El Banco Nacional Checo (CNB) podría convertirse en el primer banco central en Europa en invertir en Bitcoin (BTC) como parte de su estrategia de diversificación de reservas extranjeras, según un informe de Financial Times.
El gobernador del CNB, Aleš Michl, ha anunciado planes de proponer la compra de Bitcoin durante una reunión del directorio el 30 de enero.
Si es aprobado por el panel de políticas compuesto por siete miembros, este movimiento marcaría un cambio histórico en la política de los bancos centrales occidentales, ya que la mayoría ha mantenido escepticismo hacia las criptomonedas.
Bitcoin podría representar hasta el 5% de las reservas nacionales
Las reservas extranjeras totales de la República Checa se situaban en $146 mil millones en diciembre de 2023, lo que las convierte en una de las más grandes del mundo en relación con la economía del país. El plan de Michl podría asignar hasta el 5% de estas reservas en Bitcoin, lo que potencialmente representaría una inversión de más de $7.3 mil millones.
“Para la diversificación de nuestros activos, Bitcoin parece bueno,” dijo Michl en la entrevista.
Un cambio de estrategia para el Banco Nacional Checo
Esta propuesta marca un cambio notable en la postura de Michl, quien a principios de este año afirmó que, aunque había considerado comprar algo de Bitcoin, no planeaba una inversión significativa. Ahora, citando la creciente aceptación general del Bitcoin—particularmente tras el lanzamiento de fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin por parte de grandes firmas como BlackRock—Michl parece estar moviéndose hacia un compromiso mayor.
A pesar de reconocer la “volatilidad extrema” del Bitcoin, el gobernador argumenta que podría desempeñar un papel dentro de una estrategia de diversificación más amplia, junto con un aumento en las tenencias de oro y acciones. El CNB ya ha establecido un objetivo de ampliar sus reservas de oro al 5% del total de activos para 2028.
Impacto potencial en el mercado
Si el banco central checo procede con las compras de Bitcoin, podría tener un impacto significativo en el mercado de criptomonedas. Los analistas señalan que una inversión de esta magnitud equivaldría a casi 5.3 meses del suministro recién minado de Bitcoin, lo que potencialmente podría influir en la liquidez y la demanda.
Este movimiento, si es aprobado, podría sentar un precedente para otros bancos centrales europeos, señalando un cambio hacia la aceptación institucional del Bitcoin como un activo de reserva.
