El FBI adoptó un enfoque único para combatir el fraude de criptomonedas al crear su propio token, llamado NexFundAI, como parte de una operación encubierta destinada a exponer a los manipuladores del mercado.
Este token basado en Ethereum fue utilizado como cebo para infiltrarse en esquemas fraudulentos que involucraban operaciones ficticias y prácticas de bombeo y descarga, donde los precios de los tokens se inflaban artificialmente antes de ser vendidos con lucro.
En esta operación, NexFundAI permitió al FBI rastrear y reunir pruebas contra 18 individuos y empresas involucrados en la manipulación de múltiples criptomonedas, incluyendo Saitama. Se informa que un jugador clave en el esquema ganó más de $11 millones al explotar manipulaciones de precios de Saitama.
La operación encubierta del FBI, denominada “Operación Espejos de Token,” resultó en el cierre de varias entidades fraudulentas, incluyendo Gotbit y ZM Quant, y la incautación de más de $25 millones en criptomonedas.
Esta operación innovadora marcó una de las primeras veces que las fuerzas del orden utilizaron directamente un criptoactivo para investigar el fraude, estableciendo un precedente para futuras acciones regulatorias en el espacio de la moneda digital.